Lilian Mella es para muchos trabajadores y trabajadoras de la Universidad de Concepción un rostro conocido. No solo porque es la Asistente de la Directora de Personal, sino porque es un puente para responder, en primera instancia, muchas consultas de los funcionarios/as universitarios/as.

Lilian ingresó como secretaria a la Universidad el año 2002, específicamente a la Dirección de Personal de la UdeC, repartición en la que ha permanecido hasta hoy, cumpliendo diferentes tareas.

En este camino, se capacitó técnicamente y estudió Ingeniería en Administración, para complementar y reforzar su expertise laboral. “Cuando una está estudiando y trabajando, una absorbe mucho más cualquier capacitación, porque la va aplicando al trabajo, a la vida”, precisó.

 El año 2016, después de tener a su hija, pudo elegir dónde desempeñarse y comenzó a trabajar como Asistente de la Directora de Personal de la UdeC.

“Fue un privilegio para mí, retomar mi trabajo como Asistente de la Dirección de Personal. Ello me permitió tener un poco más de tiempo para estar con mi hija Rafaela, porque en ese tiempo no privilegié mi carrera profesional, sino que el cuidado de mi niña”, recordó.

Durante estos años en la Dirección de Personal, su labor fue ampliándose y contemplado diversas tareas. “Cuando empecé era una mezcla de tareas secretariales, coordinar la agenda de la Directora, revisión de los documentos oficiales de la Dirper y responder, en un primer momento, los requerimientos del personal”, precisó. 

Ayudar a responder los requerimientos del personal es, sin dudas, uno de los motores de Lilian, sobre todo desde que trabajó en la Unidad de Bienestar de la Dirección de Personal, en conjunto con las trabajadoras sociales de la Universidad. “Detrás de cada requerimiento hay una persona, hay alguien que está esperando un beneficio o una respuesta”, recalcó. 

El volumen de recursos humanos que maneja la Universidad de Concepción es alto, explicó. Son más de 4.500 trabajadores y trabajadoras en los tres Campus y se administran de forma centralizada desde la Dirección de Personal. “Atender cada requerimiento que nos llega implica harto movimiento. Pero la automatización de los sistemas ha permitido que el flujo de la información interna vaya afianzándose y que las respuestas sean más rápidas y no haya tanta demora. Además, tenemos reuniones semanales con el equipo interno, para ir resolviendo los cuellos de botella que se producen”, explicó Lilian.

Multifacética y virtual

Uno de los aspectos que Lilian destaca de su trabajo es lo multifacético que es. “Es un trabajo muy dinámico, multifuncional, me relaciono con todas las unidades de esta Dirección, lo que me encanta porque hace que mi trabajo no sea enfocado en una sola tarea sino que sea múltiple. En la Dirper el aprendizaje es diario y ha ido creciendo en el tiempo”, expresó.

Tal como ocurrió con la gran mayoría de los trabajadores y trabajadoras de la Universidad, ante la irrupción de la pandemia por COVID 19, el año 2020 tuvo que virtualizar sus tareas y trabajar desde su hogar.

Reconoce que en la Dirección de Personal hacía rato que se estaban digitalizando y virtualizando varias tareas, por lo que a ella no le costó tanto este cambio. “Nosotros podemos realizar prácticamente todo nuestro trabajo de manera virtual”, acotó. Pero entiende que no fue igual para todos y todas y para algunos/as ha sido muy complejo, porque no manejan las herramientas digitales y, sobre todo, porque extrañan socializar con sus colegas y la contención que, muchas veces, brindan los compañeros/as de trabajo frente a contingencias personales.

Retorno y reencuentro

Otro aspecto que Lilian destaca es el poder conciliar, desde siempre, su trabajo con la crianza de su hija, hoy de 5 años. “Esto es lo que siempre quise, cuando decidimos tenerla. Este tiempo de pandemia ha significado que estuve mucho tiempo con mi hija. Nos hemos unido mucho, ha servido para ver su crecimiento y su desarrollo y para poder compatibilizar también las tareas en virtualidad”, expresó.

“Este año y tanto que estuvimos en casa me sirvió mucho para estar con mi hija Rafaela y ver su crecimiento y aunque tiene 5 añitos recién, me tiene tranquila ver que ya tiene una personalidad firme, una base de crianza, que se la pude dar yo”, manifestó.

Pero no es fácil compatibilizar las tareas del hogar con el trabajo en casa, señala Lilian. “Yo lo pude hacer y ahora he sacado provecho a la presencialidad, porque hay más concentración, no hay tanta distracción como en el hogar”, señaló al referirse a al retorno a sus tareas presenciales y al reencuentro, gradual y flexible, con sus colegas.

“Ha sido lindo volver al Campus, que lo mantienen muy bien la gente de servicios y aseo. Mis colegas están volviendo de manera gradual. Ha sido un retorno paulatino y ha sido súper bueno volver a ver a mis colegas y compartir tareas en la Universidad”, expresó. 

Ser parte de la Vicerrectoría de Asuntos Económicos y Administrativos, VRAEA, y de la Dirección de Personal significa un privilegio y una responsabilidad relevante para Lilian: “Me siento parte del soporte de lo que acá hacemos, en favor de las personas que atendemos, que son los trabajadores y trabajadoras de la Universidad”, indicó.

“Siento que la labor que realizamos aquí es super importante, porque hacemos que los trabajadores y trabajadoras estén tranquilos en sus puestos de trabajo, porque estamos nosotros, que somos su soporte contractual. Me siento parte de este equipo que brinda soporte para que éste sea el mejor lugar para estudiar y trabajar”, manifestó