Nuestro cerebro interpreta con un sentimiento similar al rechazo la falta de contacto físico producto de la cuarentena, esto influye negativamente en la producción de oxitocina

Dentro de as funciones de la oxitocina está la de fortalecer los vínculos de proximidad y el contacto social como los abrazos o caricias. También se relaciona con la confianza, el altruismo, la generosidad, la formación de vínculos y la empatía.

El no relacionarse físicamente con otras personas genera una disminución de la oxitocina propiciando el aumento del estrés y la ansiedad, y en algunos casos, la aparición de conductas agresivas. Además, disminuye la habilidad empática, dificultando nuestra capacidad de ponernos en el lugar del otro, y nos volvemos menos sociales.

Te tenemos 6 consejos para prevenir que esto suceda