“Cada uno, desde su vereda, ha debido adaptarse a estos cambios inesperados”

Jeannette Bustos Barahona, Dirección de Personal UdeC

 

Jeannette Bustos Barahona, Asistente Social ingresó a trabajar a la Universidad de Concepción en agosto de 2016, a  la  Dirección de Personal,  en la Unidad de Desarrollo Social. Sus primeras funciones fueron “familiarizarme con la normativa y vida universitaria y con los beneficios que entrega la Universidad para luego acercar la información al personal”.

En estos años ha desarrollado múltiples tareas como atención e intervención de casos sociales, orientación y gestión de beneficios internos y externos, activación de redes y organización de actividades masivas como Día del Trabajador Universitario, actividades preventivas de salud y la conmemoración de la Navidad para los hijos e hijas del personal universitario, entre otras.

No obstante, lo que más le apasiona de su trabajo es el contacto con las personas y poder solucionar u orientarlas en la solución de sus problemas.

“Siempre digo si tuviese el poder de retroceder el tiempo, sin duda, estudiaría exactamente lo mismo.  Creo que esta profesión tiene un alto valor y satisfacción emocional y personal y eso es impagable. Nuestro trabajo permite conocer tantas realidades, que nos invitan a reflexionar permanentemente sobre lo realmente importante de la vida”, recalcó Jeannette.

 

“No somos magas”

“Lo que más me apasiona tiene directa relación con el contacto directo con las personas, escuchar sus problemáticas y buscar soluciones en conjunto. Muchas veces los trabajadores/as buscan simplemente ser escuchados, no somos magas para dar soluciones a sus problemas, sin embargo, la escucha activa, el poder visualizar los problemas desde otro punto de vista y ver el lado positivo de su situación, permite sacar esa carga emocional con que el trabajador se presenta ante nosotras”, precisó. 

En ese contexto, la Dirección de Personal significa para Jeanette, “mi segunda familia. Somos un grupo de personas muy comprometidas con su trabajo, ya que existe una gran demanda de parte del personal”. Asimismo, trabajar en la Universidad significa, “un orgullo, sin dudas. La UdeC cuenta con su prestigio por si sola y esto nos facilita de igual forma nuestro trabajo, ya que contamos con un respaldo institucional al momento de acudir a otras instituciones u organismos externos”.

 

Distribuir tiempo a distintos roles 

Para Jeannette, trabajar en estos tiempos de contingencia y Trabajo a Distancia ha significado un potente desafío. “Cada uno, desde su vereda, ha debido adaptarse a estos cambios inesperados, pero, como todo en la vida, tiene su lado positivo y negativo”.

Al principio, una de las cosas más complicadas fue distribuir el tiempo como trabajadora, madre, profesora, esposa, dueña de casa, situación que le significó mucho stress.  “Entendí que necesariamente debía bajar las revoluciones. Y desde el punto de vista positivo, destaco la recuperación de espacios familiares, disfrutar de las conversaciones en la sobremesa, conocer nuevas facetas de mis hijas, aprender a desarrollar de mejor forma la tolerancia, entre varias cosas más”.

El trabajo a distancia, admitió, se ve afectado por la imposibilidad de contacto directo con los trabajadores y trabajadoras. “Hemos tenido casos que requieren necesariamente trabajo en terreno, afortunadamente hemos sabido adaptarnos y continuar realizando nuestro rol con el mismo compromiso de siempre”, enfatizó.

Espera que esta contingencia sanitaria pase y anhela “ver nuevamente la Plaza del Estudiante con muchos jóvenes estudiando en el pasto, disfrutando de los bellos jardines de la UdeC, niños corriendo y jugando con sus mascotas, escuchar el Campanil marcando la hora, conversar y reír con las y los colegas y, principalmente, agradecerle a la vida por tener salud y trabajo”.

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